domingo, 18 de marzo de 2012

Sin alas, sin voz.


¿Sin alas para volar? ¿Las necesitas? ¿No puedes volar sola? ¿El dolor es tan intenso y la pena tan profunda que no te dejan remontar el vuelo? Pero, ¿quieres hacerlo realmente? Porque ÉL te dio alas, te dio las alas necesarias en forma de conocimientos, de estudios, de educación, de cariño, de conversaciones, de vivencias, de amor…y te lo dejó todo a tu alcance para que su conjunto te sirviera para volar. Y se fue, sí. Pero no se llevó tus alas. Las tienes ahí, a tu lado, y puedes echar mano de ellas cuando quieras. Seguro que Él está satisfecho y orgulloso de lo que haces con ellas.
El vacío que sientes te deja sin fuerzas para aletear y SU recuerdo, mejor dicho, SU falta, cae como una losa encima de ti. SU ausencia es la que a veces te deja sin ganas. Y echas de menos SU voz, SU palabra y SU abrazo; SU consejo, SU presencia, SU guía. Pero todo lo que tenía que darte, ya te lo dio. El resto...es sólo presencia (¡Tan necesitada, claro!)

"Voiceles". Sin voz. ¿También? A veces, no salen las palabras, sólo sílabas inconexas, breves…apenas balbuceos. Querer preguntarle por qué se fue y no encontrar el modo de hacerlo. No tener voz, sólo memoria de Él.  Pero aún, a mi lado, su recuerdo inmenso.

Feliz día del Padre.