Me gusta conocer la
letra de la gente que me rodea. No porque entienda de grafología ni crea
que si Menganita hace la "o" con rabito es porque "tiende a la
agresividad en sus manifestaciones emocionales"...simplemente me gusta.
En mi etapa escolar (allá por el Paleolítico superior) conocía la letra
de todas mis compañeras, era normal. Te enseñabas el cuaderno, los
apuntes, los trabajos. Luego, ya en la facultad, mecanografiabas muchas
cosas pero los apuntes se tomaban a mano con una caligrafía detestable
por las prisas. Pero, aún así, reconocías casi de inmediato de quién
eran los apuntes por la letra. Es más, se los pedías a quien sabías que
escribía bien, con sus "Ges" bien hechas y sus "Tes" con palito bien
cruzado.
Y
si no siempre te quedaban las cartas en verano o las felicitaciones
navideñas. Abrías el buzón y, tan sólo con mirar el sobre sabías quién
era el remitente que se acordaba de ti.
Pero
ahora, con internet, el correo electrónico y, una vez olvidada ya la
etapa estudiantil, no conozco la letra de nadie. No sé cómo escribes tú,
si rápido o despacio, si marcas la "T" con rabito o le pones punto o
círculo a la "i". No sé si haces las "uves dobles" picudas o
redondeaditas, ni si haces la "eme" desde arriba o desde abajo. No me
importa qué signifique cada uno de estos rasgos; me vas a caer bien (o
mal) independientemente de cómo escribas. Simplemente es una reflexión
que me hago un lunes por la mañana. Y que ahí dejo.
¿De cuántas personas que nos rodean conocemos la letra?
Y sí, yo soy de las que marcan la "t", ponen punto (y no círculo) a la "i" y hago las "emes" desde abajo.
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